Algunos expertos afirman que el Kleiner Münsterländer no es otra cosa que la variedad más pequeña del Grosser, en cambio otros sostienen que se trata de una raza completamente distinta, incluso en lo relativo a los orígenes. La versión más verosímil es la que establece que a fines del siglo XIX, habiendo prácticamente desaparecido estos perros (incluso el Grosser), algunos apasionados criadores pensaron en salvar a estas dos razas. Para el Kleiner Münsterländer se utilizó, por cierto, primeramente, el Epagneul Bretón, de donde derivó el tamaño más pequeño; el perro que se obtuvo como resultado se cruzó a su vez con el Langhaar que le transmitió el color de la capa. Hoy, la raza está definitivamente fijada y bastante difundida en Alemania, sobre todo en la región de Westfalia, mientras en el extranjero es poco conocida.